Disrupción es una exposición que nace desde la conciencia del artista que se desliga del presente lineal y observa, como si viniera de otra vida o desde un lugar suspendido en el cosmos. Eugenia como viajera del tiempo recolecta fragmentos al pasar.
Las obras aquí reunidas siguen una lógica a destiempos. Ecos del medievo conviven con memorias de otros cuerpos y visiones de futuros que ya son parte del presente.
Desde La Guía, esa primera imagen de éxodo y repliegue colectivo, la exposición avanza por escenas que revelan el desdoblamiento del mundo: la caída de estructuras religiosas, el colapso de certezas científicas, el reordenamiento interior de la humanidad.
Disrupción no irrumpe como una fractura caótica, sino como un tiempo de tránsito inevitable hacia el umbral de un ciclo. Es el anuncio silencioso de un reordenamiento, donde una grieta luminosa deja entrever los destellos de lo desconocido que comienza a gestarse.
Una oportunidad para observarnos en movimiento, desde otro ángulo, con otros ojos. Las pinturas invitan a la contemplación serena de un mundo que, en su ruptura, también se revela.